lunes, septiembre 17, 2007





UNA VISITA A QUINTAY

Un rico almuerzo en Miramar, una hermosa vista y un paseo a visitar la ballenera … ahí se termina lo bello del paseo y se siente algo muy fuerte, se siente el dolor de la matanza en el siglo pasado del mamífero mas grande del planeta.
La historia de estas instalaciones empieza en 1947 cuando se instaló allí la que fue llamada industria ballenera, productora de aceite, sebo, jabón, peinetas, detergente, carnes y otros productos, pero para las personas sensibles es la historia de un exterminio, el asesinato de miles de ballenas azules (el mayor animal que navega), de cachalotes, de ballenatos, de ballenas blancas.
Todo lo que se saca de una ballena se puede obtener de otras fuentes, como de la jojoba.
El exterminio a que lleva el dinero, lo negociable nos aleja de nuestro ser mas sagrado y del cuidado a todo lo viviente que pregonaba Buda … hace años atrás asistí a un curso en la Universidad de Chile, lo dictaba un profesor español, Augusto Pescador* y se llamaba “La importancia de lo inútil en el mundo de la técnica”, ahí se hablaba de la necesidad de las cosas que no sirven para hacer dinero, como el ocio, pero del ocio que en realidad quiere decir : estar sin hacer nada productivo, entendiendose por productivo lo que da dinero, de ese tipo de ocio salió el pensamiento, algún día la música, la literatura, el arte que aunque pocos lo entienden es el alimento espiritual de la humanidad. Sin música, sin pintura, sin fotografía, sin libros, sin pensadores ¿ seriamos personas ? mirariamos hacía el cielo viendo algo mas que el azul o las estrellas ? ¿ tendriamos sueños ?
En 1965 Chile firmó el tratado que prohibió la caza de la ballena y desde entonces somos responsables de mantener este tratado y dejar que estos mamiferos tímidos, sociables y amistosos navegen por los mares llenandonos de emoción con sus saltos majestuosos, sus bocanadas de vapor y la maravilla de saber que existen y que si sueñan sean sueños de paz, de largas navegaciones por los océanos que son su hogar.

*Augusto Pescador, Orihuela. España. En Santiago ejercerá la docencia en la Universidad Técnica del Estado, en el Instituto Pedagógico y en el Instituto de Ingeniería. Impartirá las asignaturas de Lógica y Filosofía contemporánea. Más adelante, se irá a la Universidad de Concepción, al fundarse el Instituto Central de Filosofía. Impartirá Ética y Metafísica, desarrollando una gran labor docente e investigadora. Durante su estancia se dedicará a investigar algunos temas relativos a la inteligencia, la teoría del conocimiento y, en especial, la filosofía analítica y del lenguaje. Las aportaciones que hará en el campo de la lógica y de la epistemología serán decisivas, ya que permitirán una mejor asimilación y conocimiento de dichas disciplinas. Escribirá varios libros y artículos, los más importantes y conocidos serán Ontología (1966), La importancia de lo inútil en el mundo de la técnica (1974) y Las cuatro figuras de Galeno (1982).